Las vistas desde mi ventana, una mierda, pero aún así, las casas inglesas tienen algo, será que no han sido reformadas en su puta vida y parecen de otra época, no lo sé.
Mi habitación inglesa, encantadora y acogedora. Por supuesto, tan acogedora que cabe todo el que quiera entrar.
Ximena, una de mis compañeras de piso pintándose para salir con la Reina (yo). No es fácil estar a la altura de alguien que tiene sangre real.
Londres desde el London Eye, yo no subí, por tanto esta foto no es mia. Yo no me gasto el dinero en entretenimientos turísticos, solo me lo gasto en restaurantes caros y en aturdirme de vez en cuando. En cualquier caso, es una vista cojonuda.
La estación de metro de West Brompton. El metro es impuntual, lento, sucio y caro. Además Londres está lleno de ratas y el metro mucho más.
En fin, un autobus inglés. Otra foto que no he hecho yo.
En Londres es tan fácil encontrarse un gato pululando por ahí como un zorro. Esta preciosidad de la naturaleza buscaba comida en mi calle por las noches.
Trafalgar Square. A good place to relax, doy fe.
Baile indio en el Festival Indio de Trafalgar Square.
El exterior de la National Gallery. Algo razonable hay en Londres y es que los museos son gratis para todo el mundo. (Se ve que ya tuvieron suficiente cuando robaron todo)
Todavía no he descubierto por qué me gusta esta foto, si ni siquiera me gustan las palomas.
El meridiano de Greenwich.
El río Támesis y el London Eye. Me cuesta muchísimo hacer fotografías típicamente turísticas, así que se las encargo a los demás bajo mi supervisión. I´m the boss.
Creo que esta imagen no necesita presentación, Picadilly Circus por la noche.
Una tienda vintage que había cerca del Soho. Vendían revistas antiguas y todo tipo de merchandaising de los Beatles, los Rolling Stones... en fin, de todas las bandas típidas británicas y del celuloide hollywoodiense.
Una tienda fetish en Camden Town. Los zapatos me parecen objetos exquisitos. Ya tengo una foto en b/n de un escaparate madrileño de zapatos. Por eso no pude evitar hacer esta a color!
Camden Town. Me encantaron las tiendas estrambóticas y gente estrafalaria y excéntrica que vi allí. Me compré unos botines muy chics e incómodos y unos pantalones más que divinos.
Uno de los muchísimos puestos de comida de Camden Town, menos mal que a mi no me hace demasiada gracia el chocolate.
¿Sobre qué estarán disctutiendo, El corán, la Biblia o la Torah? Tiene más pinta de lo primero, eh. En Speaker´s Corner, baby.
Speaker´s Corner, Hyde Park esquina con Marble Arch. Esta tradición se remonta a mediados del siglo XIX y continua en la actualidad cada domingo por la tarde. Es un punto de encuentro en el que se mezclan oradores, receptores y curiosos. El orador siempre está subido encima de una banqueta porque la única manera de hablar mal de la corona en Inglaterra es no pisando suelo inglés. Allí uno puede gritar su libre opinión sobre cualquier tema. En la foto, por ejemplo, dos chicos musulmanes denuncian los malos tratos de los soldados británicos y americanos en Irak. Ese mismo día vi como un islamista decía que los occidentales solo entendiamos un idioma, el idioma del control, que un día Palestina sería libre y manifestó abiertamente estar de acuerdo con la ideología talibán de Osama bin Laden. Es un buen lugar para conocer de primera mano personas totalmente distintas a uno. Creo que ahí empecé a entender el pensamiento de un musulmán. Y lo mejor, es genial para aprender inglés, ¡están todo el rato hablando!
Manifestación pacífica iraquí en Hyde Park. (Stop war fuckin´ bastards!)
El cartel que se ve entre la ventana y la puerta reza:
The french poets Paul Verlaine and Arthur Rimbaud lived here. May-july 1875.
