Me veo en la obligación de hacer una crónica sobre el concierto que dió ayer Kylie Minogue en el Palacio de los Deportes de Madrid, ya que la mayoría de los periódicos han decidido dar interpretaciones erroneas de lo que ocurrió, o directamente han metido la pata señalando canciones que no cantó (como The one) y títulos de canciones escritos mal.
También se ha dicho que estuvo "fría y distante". Todo lo contrario, Kylie estuvo especialmente simpática todo el concierto y se esforzó en hablar español para que todos la entendieramos. Incluso pidió que le tradujeran unas palabras al español y ella solita con una chuleta lo leyó: sois un público increible, sé que muchos de vosotros habeis tenido que esperar 20 años para verme en España, muchas gracias desde el fondo de mi corazón. A lo que se escuchó un unánime: Ooooohhh... No paró de dar las gracias durante todo el concierto.
Sí cantó en directo, y demostró tener más voz que en los discos, se atrevió a cantar una canción a capella y en definitiva, a entretener al público durante casi dos horas y media.
El resto del "reparto" estuvieron excelentes, tanto músicos como bailarines, y la iluminación y los vídeos dejaron ver una puesta en escena todo el tiempo sorprendente.El vestuario corrió a cargo del señor Jean-Paul que como siempre, hizo que todas deseasemos meternos en trajes tan exquisitos y fetichistas como la lucky lucky lucky Kylie Minogue. Se la vió vestida de noche, de marinera, de geisha (con esos sombreros raros enormes que ella luce siempre), de cheerleader y de esmoquin rollo ecuestre.
El público enloqueció con las destacables "In my arms", "Your disco needs you" y una versión con una puesta en escena divertidísima de "Copacabana".
A excepción del "I should be so lucky" no cantó ninguna otra vieja canción, y eso es de agradecer y sobretodo respetar.
Un 10 para Kylie, una cantante que hará historia dentro del género de la música de baile.
